lunes, 22 de febrero de 2010

Rayuela






"La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar con la punta de un zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita, un zapato y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores. En lo alto está el cielo, abajo está la tierra, es muy difícil llegar con la piedrita al cielo, casi siempre se calcula mal y la piedrita sale del dibujo. Poco a poco, sin embargo, se va adquiriendo la habilidad necesaria para salvar las casillas (rayuela caracol, rayuela rectangular,rayuela de fantasía, poco usada) y un día se aprende a salir de la tierra y remontar la piedrita hasta el cielo, hasta entrar en el cielo (et tous nous amours, sollozó Emmanuéle boca abajo), lo malo es que justamente a esta altura, cuando casi se ha aprendido a remontar la piedrita hasta el cielo, se escapa de golpe la infancia y se cae en las novelas, en la angustia al divino cohete, en la especulación de ese otro cielo al que también hay que aprender a llegar. Y porque se ha salido de la infancia (je n´oublierai pas le temps des cérises, planteó Emmanuéle en el suelo) se olvidó de que para llegar al cielo se necesitan, como ingredientes, una piedrita y la punta de un zapato. Que era lo que sabía Heráclito; metido en la mierda, y a lo mejor Emmanuéle secándose los mocos a monotones en el tiempo de las cerezas, para los pedeastras que no sabían como estaban sentados en elcamión celular (pero sí, la puerta se había abierto y cerrado, entre chillidos y risitas y un toque de silbato)."

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